Más de dos mil años...
Sagunto es
una de las ciudades más antiguas de España. Está emplazada junto a la
desembocadura del río Palancia, que muestra un fuerte gradiente hasta
las cercanías de la misma ciudad de Sagunto. La costa baja y arenosa,
cubierta de dunas. La ciudad tiene plano irregular y se divide en dos
núcleos de población principales: la Ciudad Vieja y el Puerto de
Sagunto. Entre medias de ambos, como una subdivision, se encuentran los
siguientes núcleos de población menores: L'Almardà, el Baladre, la
Partida de Gausa y la Partida de Montiver.

En el siglo
VIII cayó bajo la dominación musulmana. Durante esta época la ciudad
pasó a denominarse Morbiter y conoció un nuevo esplendor. Como resultado
de ello se construyeron baños, palacios, una mezquita y escuelas,
siguiendo un trazado urbano desordenado. En 1098 fue reconquistada
por el Cid Campeador, aunque la reconquista definitiva y su
vuelta a la Cristiandad se produjo en 1238 con Jaime I. A partir
de entonces se inició una época en la que convivieron en la misma
población judíos, moros y cristianos.
Históricamente,
la economía de Sagunto se ha basado en el comercio marítimo, la pesca y
la agricultura de secano, esencialmente vinicola. En el siglo XIX
todavía se exportaban vinos y aguardientes a Francia
pero la destrucción de los viñedos por una epidemia de filoxera, y
la posterior conversión del secano en regadío, hizo que el cultivo de la
vid fuera sustituida por el de los agrios (naranjos, limones,
pomelos y otros arboles frutales), que junto con la siderurgia y la
actividad portuaria constituyen la base de la economía actual.
Carlos Fernández Ibáñez